La música tiene un poder inigualable, traspasa cualquier frontera: la del idioma, la del espacio, la de la edad, la del tiempo… Es capaz cambiar nuestro humor y hacernos olvidar la rutina y los problemas; incluso si es triste, es capaz de consolarnos; puede llevarnos a un estado de conciencia en el que sólo importa el momento presente; puede hacernos sentir libres y llevarnos a un lugar mejor, a un mundo mejor. Anoche la música hizo esto y más. A través de la actuación de Pascu y Rodri, la música trajo al escenario a los grandes dioses de la antigüedad. Y de qué manera.

Como Rowling, años atrás, atrajo a miles de niños a la lectura con la saga de Harry Potter, Pascu y Rodri han hecho resurgir a los dioses olímpicos y nórdicos; con su música, han contagiado a multitudes de jóvenes de un gusto por la mitología . Yo los conocí durante la elaboración de esta página y me fascinó su forma de mostrar y relatar los mitos que, ya de por sí, amaba; fue como conocerlos de nuevo por primera vez, verlos bajo otra luz, esta vez llena de un ritmo que, irremediablemente, me hizo querer escuchar mucho más.
Y de pronto escuchaba su nombre en todos lados; en el salón de clases, Pascu y Rodri; al curiosear en alguna librería, Pascu y Rodri; en el canal de Jaime Altozano –otro de mis Youtubers favoritos–, Pascu y Rodri. Hasta que, entre menciones y canciones, llegó una noticia fenomenal: darían un concierto en México y eso por supuesto que no me lo podía perder.
La gran noche
La noche del 9 de abril fue una gran noche, una noche que superó todas mis expectativas. No hubo butacas vacías en el Metropolitan, los asistentes esperaban ansiosos y, a cada llamada, gritaban felices de que se acercara el gran momento. Pero el espectáculo empezó aún antes de que los músicos salieran, pues entre el público podían distinguirse algunos dioses, como Odín, Locky y Hefesto; realmente fue maravilloso ver esto, jóvenes realmente entusiasmados por los mitos que, una vez iniciado el concierto, entonaron cada una de las canciones y aclamaron los nombres de Zeus, Odín, Afrodita, Hércules…







No hubo un minuto de este concierto que no disfrutara. Con músicos extraordinarios, imágenes divertidísimas y una actuación extraordinaria de este maravilloso par, el tiempo se pasó volando. Fue una noche memorable con la que por fin volví al mundo postpandémico de manera gloriosa. ¡Gracias, Pascu y Rodri por el gran rato y porque al parecer su música al fin me ha curado de la enoclofobia.

Excelente reseña. ¿Cómo nos perdimos algunos un concierto así?
Ya tendremos una oportunidad.
Pero por supuesto. Seguro volverán y valdrá mucho la pena verlos de nuevo, mientras puedes disfrutarlos en su canal de YouTube: http://bit.ly/pascuyrodri