Dioniso, el dos veces nacido

Dioniso o Baco es hijo de Zeus y de Sémele. Es dios de los viñedos, de la vendimia, del vino y del delirio místico. Viajaba en un carro tirado por panteras y adornado con pámpanos y hiedra, y lo acompañaban los Silenos, las bacantes, los Sátiros y otras divinidades menores, entre ellas Príapo y el dios de Lámpsaco. Sus símbolos eran la uva, su tirso, el mirto, la hiedra, la hoja de parra y las panteras y, por supuesto, el vino. En Roma se le identificó con Liber Pater.

Sémele, según dicen algunos, instigada por Hera, pidió a Zeus que se le mostrara en su forma real; como el dios había prometido cumplirle cualquier cosa que pidiera, tuvo que hacerlo, aún sabiendo que ella no soportaría la visión de sus relámpagos y, en efecto, Sémele, quien estaba embarazada, murió fulminada, pero Zeus pudo salvar al feto y lo cosió enseguida en su muslo, de donde lo sacó, perfectamente sano, cuando llegó la hora de su nacimiento.

Para proteger a su hijo recién nacido, el padre de los dioses lo confió a Hermes, y éste a su vez lo encargó a Atamante, rey de Orcómeno, y a su esposa Ino. Lo vistieron de niña, intentando ocultarlo de Hera, pero no tuvieron éxito y ella enloqueció a la nodriza de Dioniso a Ino y a Atamante. Entonces Zeus llevó al niño a Nisa, lo transformó en cabrito y lo dejó al cuidado de unas ninfas que más tarde se convirtieron en la constelación de las Híades. Cuando Dioniso creció, descubrió la vid y cómo podría ser utilizada. Sin embargo, Hera lo volvió loco y el dios comenzó a vagar por el mundo y llegó a Egipto, Siria, y Frigia, donde fue recibido por Cibeles, quien lo purificó y lo inició en su culto.

Una vez curado, fue a Tracia, donde el rey Licurgo quiso hacerlo prisionero, pero Dioniso se refugió con Tetis. Las bacantes que lo acompañaban sí fueron capturadas; sin embargo, Dioniso enloqueció al rey y así logró liberarlas. Entonces Licurgo, en su locura, intentó destruir la vid, la planta sagrada del dios, pero al hacerlo cortó las extremidades de su hijo y él mismo se cortó la pierna; al recuperar la cordura tuvo que enfrentar lo que había hecho y, además, el haber atraído la sequía a su país cuyas tierras ya no producían frutos. Un oráculo reveló que todo esto sucedía a causa de la ira de Dioniso y que el dios no estaría contento hasta que Licurgo estuviera muerto así que sus súbditos lo descuartizaron atando sus extremidades a cuatro caballos y haciéndolos correr en sentidos diferentes.

Después, Dioniso conquistó la India y luego volvió a Grecia. Fue a Beocia y, en Tebas, introdujo las Bacanales; sin embargo, el rey Penteo trató de impedirlas, pues las consideró peligrosas, puesto que, durante dichas fiestas, las mujeres entraban en un trance místico y recorrían el campo profiriendo gritos rituales. Dioniso entonces lo castigó de una manera muy cruel, pues, después de convencerlo de disfrazarse de mujer y asistir a uno de los rituales, las bacantes, entre las que se encontraba su  propia madre, Ágave, hermana de Sémele, lo descuartizaron con sus propias manos.

Enseguida fue a Argos, donde enloqueció a las hijas del rey Preto y a las mujeres del país, porque se negaron a iniciarse en su culto; así, todas recorrían los campos mugiendo como vacas y, en ocasiones, devoraron a sus propios hijos. Melampo, un adivino, ofreció a su padre curarlas a cambio de la tercera parte de su reino, al principio el rey se rehusó, pero como vio que la locura de sus hijas aumentaba volvió a acudir a Melampo, quien aumentó el precio e incluyó a su hermano Biante; Preto aceptó. Melampo entonces convocó a los jóvenes más fuertes de Argos y, con ellos, persiguió a las mujeres a través de las montañas, mientras proferían grandes gritos y danzaban de manera violenta. Al final, Ifíone, la hermana mayor, murió de agotamiento, pero las otras dos se curaron y fueron dadas en matrimonio a Melampo y Biante.

Contrató a unos piratas para ir a Naxos, pero éstos lo traicionarlo y quisieron hacerlo prisionero y venderlo como esclavo. El dios, para castigarlos, transformó los remos en serpientes y llenó de hiedra el barco, luego hizo resonar unas flautas que nadie podía ver y paralizó la nave; todo esto provocó que los piratas enloquecieran y se lanzaran al mar, donde se convirtieron en delfines, desde entonces son amables con los hombres e intentan salvarlos cuando está en peligro.

La fama de Dioniso se extendió por todo el mundo y Zeus decidió unirlo a los Olímplicos, pero antes, Dioniso quiso viajar al Inframundo y revivir a su madre Sémele; así, atravesó el lago de Lerna para entrar al Hades. Ahí, pidió a Prosimno que le indicara el camino y éste le pidió una recompensa a cambio, pero murió antes de poder recibirla, así que el dios puso un bastón en su tumba como agradecimiento. Hades aceptó liberar a Sémele a cambio de que Dioniso le diese algo que estimara mucho, por lo que el dios le cedió el mirto, usado por sus iniciados para coronar sus frentes.

Ya como dios olímpico y, una vez que Ariadna fue abandonada por Teseo en Naxos, Dioniso fue por ella y la convirtió en su esposa. Durante la Gigantomaquia, luchó al lado de Zeus y mató a Éurito con un golpe de su tirso.

Por otra parte, el origen del teatro griego está estrechamente vinculado a este dios, pues durante sus fiestas, que se llevaban a cabo en la época de la vendimia para celebrar la cosecha, se sacrificaba un macho cabrío en un ritual que empezaba con una procesión cuyos integrantes vestían como sátiros y que, después de recorrer el pueblo, se dirigía al bosque, donde se realizaría el sacrificio. Además, durante la ceremonia, los sátiros recitaban ditirambos dedicados al dios, que contaban su historia, y de ahí viene la palabra tragedia (canto [ᾠδή] del macho cabrío [τράγος]). Poco a poco estas narraciones comenzaron a evolucionar, se agregaron personajes que comenzaron a dialogar entre sí, se  incluyeron otros mitos, se construyeron lugares dedicados exclusivamente a este fin y así nació el teatro.

El culto de Dioniso llegó a Atenas desde Beocia y, cada año se celebraron sus fiestas  y concursos de tragedia y comedia en los que se representaban las obras que han llegado a nosotros y muchas otras más que tristemente se han perdido.

아이비와 거친 나무로 된 mic
절대 단 한 숨에 나오는 소리 따윈 없다 (ho!) 
해가 뜰 때까지 where the party at (yeah)
잠이 들 때까지 where the party at (yeah)
Sing it 불러 다시
Drink it 마셔 다시
우린 두 번 태어나지

쭉 들이켜 (창작의 고통)
한 입 (시대의 호통)
쭉 들이켜 (나와의 소통)
한 입 (Okay now I’m ready fo’ sho’)

BTS. (2019). Dionysus. En Map of the Soul: Persona [CD]. Corea: Bit Hit
Escultura de Dioniso en el exterior de la Villa Getty, en California.

Διόνυσέ μου

με τ’ ασίκικα φτερά

παλληκάρι μου

με του τράγου το κορμί

παλληκάρι μου

σέρνεις πρώτος την πομπή

Thanasis Moraitis & Horodia. (2008). Η απολογία του Διονύσου. En Διονύσος D]. Grecia: Minos – EMI SA

La leyenda cuenta que el dios Baco lo llevó

una noche en tempestad y que nunca más volvió. 

En su reino lo midió contra un Minotauro vil, 

si vencía, prometió, que lo dejaría ir. 

Dioses del mostagán, este pacto no es leal, 

Dioses del mostagán, qué mal trato es. 

Y en su vino blanco lo ve a Dionisio bajar. 

Y en su vino blanco lo reta a Baco a escabiar.

Vudu. (2006). Vino blanco. En Picaseso [CD] Argentina: The Orchard Music

DIONISO EN LA LITERATURA

DIONISO EN ESCENA

DIONISO EN EL CINE

DIONISO EN LA PINTURA

1. DIONISO

  1. Vinci, Leonardo da.(ca. 1513). Baco [Pintura]. París, Museo de Louvre
  2. Tiziano, Vecellio di Gregorio. (ca. 1524). La bacanal de los andrios [Pintura]. Madrid Museo del Prado
  3. Caravaggio, Michelangelo Merisi da. (1593). Baco enfermo [Pintura]. Roma, Museo Borghese
  4. Caravaggio, Michelangelo Merisi da. (ca. 1597). Baco [Pintura] Florencia, Galería de los Uffizi.
  5. Anónimo. (s. XVI). Alegoría del mes de Octubre con el triunfo de Baco y el signo de Escorpio [Pintura]. Madrid, Museo del Prado
  6. Reni, Guido. (ca. 1623). Baco bebiendo [Óleo]. Dresde, Gemäldegalerie
  7. Velázquez, Diego Rodríguez de Silva y. (ca.1628). Los borrachos, o el triunfo de Baco [Pintura]. Madrid, Museo Nacional del Prado
  8. Poussin, Nicolas. (ca.1626). Bacanal [Pintura]. Madrid, Museo del prado
  9. Poussin, Nicolas. (1630). Midas ante Baco [Pintura]. Múnich, Alte Pinakothek.
  10. Rubens, Peter Paul. (ca. 1633). Danza de personajes mitológicos y aldeanos [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  11. Stanzione, Massimo. (1634). Sacrificio a Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  12. Finoglia, Paolo Domenico. (ca. 1635). Triunfo de Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  13. Cornelis, Vos de. (ca. 1637). El triunfo de Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  14. Wautier, Michaelina. (ca. 1650). El triunfo de Baco [Pintura]. Viena, Kunsthistorisches Museum.
  15. Anónimo. (s. XVII). Baco acompañado de ninfas y sátiros [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  16. Rubens, Peter Paul. (s. XVII). Baco [Pintura]. Florencia, Galería de los Ufizzi.
  17. Houasse, Michel-Ange. (1720). Ofrenda a Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  18. Guiaquinto, Corrado. (1761). El nacimiento del Sol y el triunfo de Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado.
  19. Bartolozzi, Francesco (grabador); Guercino (Dibujante). (1765). Baco niño bebiendo vino [Grabado]. La Rioja, Museo de la Cultura del Vino.
  20. Maella, Mariano Salvador. (ca. 1805). El Otoño [Pintura]. Madrid, Museo del Prado
  21. Alenza y Nieto, Leonardo. (1844). El triunfo de Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado
  22. Solomon, Simeon. (1867). Baco [Pintura]. Birmingham, Birmingham Museums Trust
  23. Picolo López, Manuel.  (1892). Las fiestas de Baco [Pintura]. Madrid, Museo del Prado

2. DIONISO Y ARIADNA

  1. Tiziano. (ca.1522). Baco y Ariadna [Pintura]. Londres, National Gallery.
  2. Carracci, Annibale. (1586). Triunfo de Baco y Ariadna [Pintura]. Roma, Palacio Farnesio.
  3. Rubens, Peter Paul. (ca. 1618). Dos sátiros. [Pintura]. Munich, Alte Pinakothek
  4. Quellinus, Erasmus (ca. 1630). Baco y Ariadna [Pintura]. Madrid, Museo del Prado
  5. Ricci, Sebastiano (ca.1692). Baco y Ariadna [Pintura]. Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza
  6. Ricci, Sebastiano. (ca. 1713). Baco y Ariadna [Pintura]. Londres, Chiswick House

FUENTES