Hera, la de níveos brazos

Es diosa del matrimonio, protectora de las mujeres casadas. Se caracteriza por ser celosa y vengativa, se ensaña contra las amantes de Zeus y con sus hijos, especialmente con Heracles a quien desde pequeño intentó matar enviándole dos serpientes, y más tarde, de adulto, tuvo que cumplir doce trabajos por su causa. La simbolizaban el pavo real, en cuyo plumaje la diosa colocó los ojos de Argos; el helicriso, la granada, el lirio y la diadema. En Roma se le identificó con Juno. Su templo más importante se encuenta en Samos.

Es hija de Crono y Rea, fue devorada por su padre, quien temía la profecía de que uno de sus hijos lo destronaría, y luego expulsada gracias al brebaje que Metis le dio a Zeus. Durante la lucha entre Zeus y los Titanes, permaneció con Océano y Tetis, por quienes sentía gran cariño, y por lo que fue protectora de Aquiles; aunque, según otras versiones fue criada por las Horas, por Témeno o por las hijas de Asterión.

Fue la tercera esposa “legítima” de Zeus (la primera fue Metis y la segunda, Temis), pero, según la tradición, su amor era muy antiguo. Tuvieron cuatro hijos: Ares, Ilitía, Hebe y Hefesto, aunque, según algunas versiones, a Hefesto lo engendró ella sola. Su boda se celebró en el Jardín de las Hespérides (símbolo mítico de la fecundidad, en el seno de una primavera eterna), en Eubea o, según la Ilíada, en la cumbre del Ida de Frigia.

Las constantes infidelidades de Zeus provocaban conflictos entre ellos; en una ocasión, cuando Heracles regresaba de tomar la ciudad de Troya, Hera provocó una terrible tempestad y Zeus, enojado, la suspendió del Olimpo con un yunque atado a cada pie. Hefesto intentó liberarla y Zeus, enojado por su intromisión, lo arrojó al vacío.

Pero no sólo las infidelidades eran causa de discusión entre Zeus y Hera, se cuenta que, en otra ocasión, discutía con Zeus sobre quién gozaba más de los placeres carnales, Zeus afirmaba que la muer y Hera que el hombre; para despejar dudas, ambos decidieron consultar a Tiresias, que había tenido la experiencia de uno y otro sexo, y éste dio la razón a Zeus, sobre que la mujer era quien más disfrutaba. Enojada por haber sido desmentida, privó de la vista a Tiresias.

Junto con Posidón y Atenea, participó en una conspiración contra su hermano menor; sin embargo, Tetis descubrió la conjura y pidió a Egeón, uno de los Hecatonquiros, también llamado Briareo, que acudiera en ayuda de Zeus, esto disuadió a los conspiradores de sus planes, pues temían su gran fuerza.

Compitió con Afrodita y Atenea por la manzana que Eris (la Discordia) dejó para “la más bella”; Paris fue el juez, pero a pesar de que le ofreció poder, éste eligió a Afrodita, por lo que, en la guerra de Troya, tomó partido contra los troyanos. Protegió,  en cambio, a Aquiles y, antes que él, a Jasón.

Hera, la hija de Cronos, bañándose al sol;
la diosa del matrimonio, celando a su Dios.
Hera bajaba a la tierra
y caminaba en la hierba, buscando el amor,
buscando el amor.

Hera, serena y callada, esperándole a él;
Hera, tan enamorada como siempre fue.
Hera, mojando sus labios,
Hera, mutando despacio de diosa a mujer,
de diosa a mujer…

Alejandro Figlio. (1993). Hera. En En esta inmensidad [CD]. México: Lundra

Tranquilita, Hera, tranquilita,
te devuelvo a tu Zeus intacto.
Nunca ha sido más virgen,
ni allá en sus once años.
Eso sí, yo no respondo
por las divinas o las humanas
que calientan su cremallera
de hombretón enamorado
los pares y los impares
de su ocupado calendario
...

Carolina Otero. (2011) Hera. Anunciado en televisión. Navarra, Ayto. Lekunberri
Hera en el Palazzo Altemps, en Roma. Fotógrafo: Miguel Hermoso Cuesta

HERA EN LA LITERATURA

HERA EN LA ESCENA

HERA EN EL CINE

HERA EN LA PINTURA

  1. Tintoretto, Jacopo. (1575). El origen de la Vía Láctea [Pintura], Londres, National Gallery
  2. Rubens, Peter-Paul. (ca.1611). Juno y Argos [Pintura]. Colonia, Alemania, Museo Wallraf-Richartz
  3. Rubens, Peter Paul. (ca. 1637). El nacimiento de la vía láctea [Pintura]. Madrid, Museo del Prado
  4. Carel, Fabritius. (ca. 1643). Hera escondida durante la batalla entre los dioses y los Gigantes [Pintura]. Rusia, Museo Pushkin de Bellas Artes
  5. Reynolds, Joshua. (1771). Annabella, Lady Blake, como Juno recibiendo el cinturón de Venus [Pintura]. Connecticut, Centro de Yale de Arte Británico
  6. Samaniego, Manuel de. (ca. 1800). Juno ordena a Eolo liberar los vientos [Pintura]. Ecuador, Colección Iván Cruz
  7. López Piquer, Luis. (1829). La diosa Juno penetrando en la mansión del Sueño [Pintura]. Madrid, Museo del Prado
  8. Delacroix, Ferdinand-Victor-Eugène. (ca. 1862). Invierno, de la serie Four Seasons Juno y Aeolus [Pintura]. Sâo Paulo, Museo de Arte
  9. Moreau, Gustave. (ca. 1881). El pavo real quejándose a Juno [Pintura]. París, Museo Gustave Moreau
  10. Crane, Walter (ca. 1898). Queja del pavo real en The Work of Walter Crane with Notes by the Artist. The Easter Art Annual for 1898: Extra Number of the Art Journal [Ilustración]. Londres, J. S. Virtue.

Fuentes

Grimal, P. (2016). Diccionario de mitología griega y romana. Barcelona: Paidós.