Los héroes griegos son el antecedente de los superhéroes actuales: hombres fuertes, valientes, capaces de enfrentarse a cualquier peligro, con capacidades sobrehumanas. Todos ellos tienen ascendencia divina, pero son mortales como nosotros; sin embargo, no es sólo su sangre divina lo que los distingue del hombre común, porque no todos los descendientes de los dioses fueron héroes. Un héroe debía ganarse ese título, debía demostrar que poseía la areté (ἀρετή), un conjunto de cualidades que incluían la capacidad de liderazgo, la elocuencia, la valentía y el honor. Tal vez no corra sangre de los dioses por las venas de todos, pero sí podemos aspirar a reunir las cualidades que implica la reté. Y tú… ¿quieres ser un héroe?